Bloqueo creativo

Seguro muchos pensaran "Ah no, este solo está buscando una salida rápida", "¿Cómo se te pueden acabar las ideas? Es ilógico", o simplemente no entiendan lo que es el bloque creativo, pues esta es la representación plasmada en letras y párrafos.

Creo que el mayor temor de todo creador de contenido es quedarse sin ideas, y no, no de esa manera como muchos piensan, de que no se nos ocurre sobre qué historia contar, porque créannos, mientras comemos, nos bañamos, e incluso dormimos, las ideas nos rebotan en la cabeza atormentándonos, ¿Pero qué es lo que de verdad nos sucede en el Bloque Creativo? Esas historias que nos repetimos una y otra vez sólo quedan ahí, como un pensamiento recurrente, porque nosotros mismos cuestionamos si la idea que estamos pensando de verdad será buena, o si por lo menos a alguien le causará curiosidad y la leerá, escuchará, o verá, dependiendo de lo que sea que estés creando.

Me encontré numerosas veces pensando, "Vaya, llevo muchos días con este montón de ideas en la cabeza, sé que llegará el momento" y con esa idea el pánico crecía en mi pecho, sabía que en algún momento iba a llegar, y heme aquí, a las 11:30a.m. dando vueltas en mi cama enrollado en sábanas de pies a cabeza como un burrito, con el aíre encendido y más cómodo de lo que pueden pensar, sin ideas y el reloj gritándome que se acaba el tiempo (Esto debería estar montado en una hora y media), tratando de plasmar lo que ocurre en mi cabeza para que ustedes lo entiendan. No me malentiendan, tengo miles de historias en mi cabeza que me gustaría escribir, pero como les dije antes, solo están ahí, parece que esta vez la magia del papel no ha sido lo suficiente para darles vida por sí sola.

Para los que se preguntan por qué siempre los creadores nos quejamos de la creatividad, o por qué simplemente no escribimos lo que sea, la verdad es que si fuese tan sencillo como suena el mundo estuviese lleno de Bukowski, Julio Verne, y Shakespeare, porque escribir es realmente sencillo.-Nótese mi sarcasmo aquí-. como dice Hemingway: "Escribir es muy sencillo. Lo único que hay que hacer es sentarse frente a la máquina de escribir y sangrar” sí, sangras, dejas todo lo que tienes en la cabeza, lo que llevas por dentro y lo que cargas en la espalda, sangras hasta dejarlo todo en cada punto y en cada coma, sangras hasta verlo plasmado de manera correcta, para hacer que cuando los demás lo lean también sangren.

Es satisfactorio siempre tener de qué escribir, pero no hay nada que moleste más, que saber que no puedes plasmar ese conejo blanco de dos metros y medio con ojos azules, garras en forma de garfio y pelaje tribal que salta 25 metros por el aire en tu cabeza.