Una pequeña introducción

Esta podría ser la historia de un valiente guerrero que derribó siete reinos y mató a tres dragones con su propia espada, la del pequeño niño pobre de amor que encontró la felicidad en una caja de zapatos, o la de aquél señor de 70 años que murió sin haber reconocido sus verdadero logros... Esta historia son todas ellas, y ninguna a la vez.

Caminaba apoyándose en cada una de las estrellas, el peso sobre ella las hacía vibrar, el brillo aumentaba su intensidad, ese blanco propio de la luna. Algunos pasos adelante la presencia humana en las estrellas cobraba su precio, una a una las estrellas esparcían el polvo lunar dejando el rastro del camino de ese humano.

Su imaginación le podía recorrer más allá de las galaxias posibles a imaginar, sin embargo su corazón se aferraba a los sentimientos más terrenales que podían existir.

Largos caminos empezaban a llevar su nombre, creaba sus propios monstruos, esos que solo él sabía dónde esconder, y dónde encontrar. Las lágrimas sagradas mitigaban las luchas, pero su efecto no parecía perdurar.

El camino de las estrellas lo condujeron a un pequeño pueblo al borde de un acantilado, donde un gran faro cubierto del lado derecho por una enredadera, acompañado de una pequeña silla de madera, guardaban las historias de Miles de personas, y ahora las de él, las del pequeño hombre de las mil vida, las que siempre quiso vivir, y las que nunca pudo imaginar.

¿Qué se siente ser tú?

Lutálica: La parte de tu identidad que no encaja en categorías. Del serbo-croata: Lútalica, "Wanderer”. Palabra en inglés. Referencia: The Dictionay of Obscure Sorrows, canal de YouTube.