Querida, el océano
- V.Náriz
- 3 feb 2017
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13/02/2010
Querida,
Desapareciste de mi mente, también físicamente, pero eso fue ya hace algunos años.
Mi recuperación luego de haberte perdido no pudo haber sido más lenta, las botellas de whisky me saben a agua sucia, el vodka me recuerda a las noches en aquella sala de emergencias en el recóndito pueblo de Irlanda, donde solo podía limpiarte las heridas con mínimas gotas de alcohol que tenía más de cinco meses de vencido, mientras esperábamos que llegara el helicóptero para rescatarnos.
14/02/2010
Querida, hoy te he visto de nuevo, una mujer tan bella como tú no puede existir dos veces en el mundo, era esbelta, su piel brillaba con la luz del sol asemejándose al color de las perlas, el viento movía su pelo, y el olor de ese perfume particular que tu amigo el Kodista, diseñó sólo para tí la última vez que fuimos a París, viajaban con las brisas hasta llegar a mí. Corrí intentado alcanzarte, estaba borracho por el amor de nuevo, la excitación corría por mis venas, tenerte en mis manos de nuevo, acariciarte, besarte el cuello y desnudarte lentamente, pero no eras tú, y yo no estaba allí, seguía acostado en esta habitación de hotel dónde juramos nuestro amor eterno.
Mañana será un buen día, estoy seguro de ello, y te escribo esto siendo las cuatro de la mañana cuando ya me he acabo tres botellas de vino y mi semblante está por el suelo. Quizás el día bueno sea hoy, aunque nada se compara con lo majestuoso que sería volverte a ver, aunque sea por un segundo, y poder contemplar esa pequeña* comilla que se te crea en la mejilla derecha cuando sonríes con un solo lado de la cara.
24/02/2010
Querida, el océano, sí, el océano, estoy frente a él, llevo un mes estancado en esta Bahía de como tú le decías: "Mágarra"... Las costas de malta jamás fueron tan frías, incluso he combinado las toallas del baño con el edredón de la cama, pero nada opaca ese frío que siento al saber que ya no estarás a mi lado, que no entraras por esa puerta y que tampoco seremos de nuevo la joven pareja.
14/02/2014
Querida, esta será la última vez que te escribo, hoy he vuelto a ver el océano y me ha recoradado a tí, pero también que hoy dejas en paz a mi mente... Te vas con las olas que se deshacen a las orillas de la playa donde perdimos la noción de tiempo, te vas con las brisas que traían consigo el aroma de tu perfume, y te vas con un regalo de mi parte, el corazón de un poeta empedernido que no quería descubrir lo que era el amor.
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