He hablado con mi desayuno

Antes de comenzar quiero que recuerden esos días en los cuales ven el más mínimo acto de agradecimiento y eso los deja pensando todo el día (Haya sido de tu perro hacia ti, o del niño que ayuda a su madre en la bodega de la esquina), o esas noches en las que tu cabeza no para de pensar y te encuentras tan fatigado por la somnolencia que terminas confundiendo el sueño con la realidad, pues ese soy yo la mayoría del tiempo, por ejemplo, para mí ver a alguien caerse, es crear la historia de cómo esa persona siguió el rumbo de las casualidades de la vida hasta llegar a ese momento para caerse, incluso estudiar de manera meticulosa si lo que estoy haciendo en este preciso momento es lo adecuado, mientras fantaseo que soy un guerrero que lucha por salvar un reino de magos. Ahora lleven todo eso a la realidad con un muchacho delgado y narizón, que se quedó observando fijamente su plato de cereal por al menos quince minutos mientras despejaba la equis en la ecuación del cosmos (O eso quise haber pensado yo).

«Vaya, me acabo de dar cuenta que ese Párrafo de entrada es bastante largo, debería recortarlo... Debería».

Por lo general me gusta estar fantaseando sobre mi entorno (Creo que eso lo pueden notar con las distintas historias que he montado aquí en Rep4s), pero luego de que entablas tan seria conversación con un tazón de cereal (Y que te digas cosas que no puedes repetir) hace que las teorías de física cuántica se vuelvan aburridas).

«-Joder Víctor, empieza ya con el punto, estás fantaseando.

-Lo sé, calla un rato que me estoy divirtiendo».

Me encontraba en ese punto en el que solo quería irme a dormir y olvidar todas las bobadas que me había pasado por la cabeza, porque sí, hasta yo mismo me atormento. Mientras disolvía la azúcar en el tazón de cereal (Y antes de que les vaya a dar un coma diabético de tan solo pensar echarle más azúcar al cereal, era cereal sin azúcar), intentaba encontrarle sentido a ese día, pues las ideas me sacudían la cabeza y no lograba concentrarme en lo más mínimo, y si hay algo que me calme es comer (Fuck You #Hangry). Escudriñando entre mis propios pensamientos elocuentes, recordé aquellos días en los que me las pasaba jugando Nintendo todo el día, donde solo me preocupaba porque mi Pokémon llegase al nivel 100 y tuviera los mejores ataques, ¡Qué tiempos! Pero esa no era la verdadera razón por la que le estaba reclamando al tazón que todo fuese mejor si las almohadas tuviesen un sistema de refrigeración ajustable, así nunca tendríamos que levantarnos a media noche para dormir sobre el lado frío de ellas, y la verdad es que tampoco recuerdo a lo que quería llegar con esa amena conversación puesto que mi gata llegó a mi lado y me puse a jugar con ella.

«-Bonito relato, pero esto no tiene ni pies ni cabeza.

-Y tú tampoco, así que déjame terminar esto que me he quedado dormido y se ha pasado la hora en que debería publicar».

He aquí una foto para que aprecien a mi bella mascota comiendo:

Actualización 18/03/2017:

En una de mis sesiones obsesivas por la corrección de mis entradas me he percatado de algo bastante peculiar, esta entrada se iba a llamar "Hablé con mi desayuno", y no sé en qué momento mi subconsciente (Me imagino que el mismo que acaba de atacar, porque casi escribo de nuevo "He hablado con mi desayuno") decidió cambiarlo a algo tan formal. «Bien campeón, ¡Ahora centra la cabeza en una sola cosa, por amor a cristo!».

Les dejo como evidencia la foto de mi bloc de notas donde tenía anotado el nombre.

Sí, ya sé, ese es el creador de entradas de Tumblr, pero es que mi teléfono no trae Bloc de notas, y me parece un poco innecesario gastar ese espacio en la memoria cuando lo puedo usar para tener más música. Y no, las notificaciones no me molestan.