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Juego de suma cero: Nuestra Venezuela

  • V.Náriz
  • 26 abr 2017
  • 8 Min. de lectura

Este es una entrada que escribí hace algún tiempo luego de ver la película Arrival, en el review que hice sobre ella les comenté que iba a subir otra entrada donde, de alguna manera, les explicaría el mensaje de la misma y cómo lo veía con respecto al panorama actual del mundo, pero por razones de la vida solo lo dejé ahí guardado en mi computadora, esperando que fuera el momento adecuado para montarlo, el día de hoy.


Por si no vieron la foto que subimos en nuestra cuenta de Instagram el día de ayer, el equipo de Rep4s es tan venezolano como los tequeños en las fiestas, y lastimosamente, nuestro país se encuentra sumergido en un hoyo lleno de violencia, desastre y anarquía que no parece tener fin. Es por eso decidimos sumarnos a este gran proyecto donde hasta el más mínimo aporte es de inmensa ayuda.

 

Creo que debería empezar dándoles un contexto de lo que ocurre en mi país, pero estoy seguro que si lo escribiera terminaría redactando una tesis, porque créanme, hasta en este preciso momento, nuevas noticias se están generando, desde declaraciones hasta protestas y saqueos, por eso, a continuación les dejaré un video que a mi criterio, explica muy bien lo que ocurre:


What Happened in Venezuela? – Kitica

(Video en inglés, habiliten los subtítulos)

Ya que han visto el video y lograron entender un poco de la situación que atravesamos, déjenme decirles que lo que les acaban de mostrar no es la mitad de lo que se vive en el país. Vivir en Venezuela es como esa relación tóxica que tienes con una persona, sabes que te hace mal, pero sigues ahí porque sabes que en el fondo hay algo que se puede rescatar, pero que también en MUCHAS OCASIONES, estas consciente que ya no puedes más, que quieres mandarlo todo a la m***** y olvidarte por completo de ella.


Mi versión de Venezuela nunca ha sido esa que está pintada de rosas ni en la que quedarte haya sido la primera opción, porque desde que tengo uso de conciencia no es seguro salir a la calle, no se encuentran los productos básicos, y aquí quiero lanzarles una adivinanza que los adultos siempre me decían cuando estaba pequeño:


-¿Sabes cuál es el animal con la cola más larga?

A lo cual yo en mi inocencia intentaba razonar, y mi primera respuesta siempre eran los dinosaurios.

-No, es el pollo.

Me respondían mientras rompían a reir.

Lo odiaba.


Estoy seguro que tampoco entenderás esa adivinanza, así que te la explico: Hace algunos años la escasez no era tan abrupta como la que se vive en estos días, la cual según Datanálisis es del 80%; el pollo, era como una de esas joyas preciosas que se ven en televisión, debías hacer una larga cola de por lo menos medio día para poder comprarlo, y esta parte se las relato en pasado porque hoy en día el kilo de pollo cuesta: 8mil bsf, y el salario mínimo está en 40mil 638 bsf, lo que quiere decir que si compras un pollo de UN KILO, ya estarías gastando lo que ganaste en una semana de trabajo. OJO, ese es el precio de hoy, ya mañana puede ser otros. Y retomando el punto anterior, mi infancia tampoco es que haya sido horrible, fui lo más feliz que pude, pero siempre con ese constante recuerdo de que mi país se estaba cayendo a pedazos mientras otros solo aplaudían.


Creo que a todo el mundo cuando está pequeño le dicen que es el futuro del país, que debe trabajar duro para que el mismo fuese lo mejor posible, pero ahora que tengo 20 años y estoy a solo un año de graduarme como Licenciado en Comunicación Social, debo decirles que aunque haga muchos chistes diciendo que no me gusta Venezuela, que me voy a ir y a olvidar de que alguna vez viví aquí, sé que en el fondo, no me quisiera ir de mi país, pero es que la única solución que veo accesible para poder lograr todo lo que quiero en mi vida, déjenme explicarlo de una manera más concreta:


El día de ayer, 24 de abril, fue mi cumpleaños, se supone que es un día en el que todos te regocijan, recibes regalos y te das gustos, pues para mí no fue así, no acostumbro mucho a salir a protestas, uno porque desde pequeño he sido 'patuleco' (Esa es la definición venezolana de una persona torpe) y estoy seguro que fui bautizado con agua salada, o nací junto a la ley de Murphy (Todo lo que me puede salir mal, saldrá mal, y el equipo de Rep4s lo puede confirmar), y segundo porque en este país, como les mencioné anteriormente, si piensas diferente al gobierno pueden meterte preso o incluso matarte, y ustedes me dirán, “Sí pero eso no es siempre”, es verdad, pero la misma probabilidad que se tiene de que al lanzar una manzana al aire esta caiga al suelo por la fuerza de la gravedad, es la misma que tengo yo para que me pase lo inesperado, sin embargo, el día de ayer era el denominado “Plantón Nacional” Una protesta organizada por la oposición del país, en la cual se debería salir a la principal calle de tu ciudad y quedarte ahí ‘plantado’ desde las 9 de la mañana hasta las 7 de la noche de ese día, y al llegar al lugar esto fue lo que me conseguí:

Tres tanquetas y como 20 guardias lanzando bombas lacrimógenas a quienes nos encontrábamos protestando pacíficamente.


Fui a este lugar con mi hermano y unos amigos, y ante todo pronóstico ellos me impulsaban a que me quedara allí, esperando que el humo de las bombas se dispersara para luego volver y hacerle frente a la guardia, debo decirles que antes nunca había hecho esto (Por lo que les mencioné anteriormente), y ver cómo otros muchachos de mi edad, incluso menores, se cubrían la cara para evitar ahogarse con el humo y agarraban las bombas (Que por cierto son tan calientes que incluso causan incendios) para lanzárselas de regreso a los guardias que les respondían con el doble, es para nada una experiencia grata. Podrán imaginarse cómo me sentía al estar ahí sin saber si la tanqueta lanzaría las bombas por el aire (Lo cual hacían), y que cuando cayera me rompiera la cabeza del golpe, o si un colectivo (Personas a las cuales el gobierno les paga para que se infiltren en las protestas opositoras con la intención de amedrentar) fuese a llegar y empezara a disparar contra todo el mundo. Y si normalmente nos ahogamos con agua, imagínense cómo es cuando inhalas un gas que hace que te pique hasta el alma y no te deja respirar. Qué diversión.



En el transcurso del día tres tanquetas se convirtieron en seis, y 20 guardias en una cantidad que ya no podía contar, pero ahí seguían los muchachos, dando la cara y arriesgando sus vidas, porque aunque no tengo ni la más mínima lágrima de conciencia paternal, “Ningún padre debería ver morir a su hijo” (Interstellar. Christopher y Jonathan Nolan, 2014).



Y todo eso señores, fue un solo día, ahora imagínenselo por 20 años, que es mi edad, ¿Increíble no? Y eso que estamos en siglo XXI… Pero yo me pongo a pensar, ¿Por qué nadie nos ayuda? Se supone que LAS ALTÍSIMAS ORGANIZACIONES INTERNACIONALES DEBEN DE SERVIR PARA ALGO, les dejo la siguiente imagen como respuesta:


Saquen sus propias conclusiones.


Y no, no es que esté esperando que venga Argentina o China (A la cual Venezuela le debe un montón de dinero, por cierto), nos invada, saquen al gobierno y todos seamos felices por siempre, ES QUE SOMOS PERSONAS, Y SE SUPONE QUE DEBEMOS AYUDARNOS LOS UNOS A LOS OTROS, pero no, todos nos concentramos en el bienestar de los nuestros y que resuelvan los demás, vaya patada nos da la naturaleza cuando nos comparamos con ella.


Países como Uganda, Ruanda, Haití, cuba, Syria, y me doy el permiso de incluir a mi país, Venezuela, a traviesa situaciones críticas, problemas políticos, económicos, sociales, territoriales e incluso religiosos, pero ¿Qué han hecho los demás países? Reuniones tras reuniones, que si la ONU (Organización de Naciones Unidas) dice esto, la OEA (Organización de Estado Americanos) aquello, la Unión Europea lo otro, y los renombrado políticos se reúnen en muebles de caoba vestidos con trajes que cuestan miles de dólares para “discutir la situación del país”, mientras millones de personas mueren de hambre o víctima de la violencia... ¿Y la solución? Nuevos tratados, concejos, acuerdos, o simplemente decir a través de una carta o comunicado que la organización: “se encuentra muy preocupado por la situación que atraviesa dicho país”. Y no intento ser político, pero es que mientras intentan hacer que América sea buena de nuevo (“Make America great again”), México atraviesa una caída de su moneda, y en la OEA, cuando discuten la activación de la carta interamericana, la canciller de Venezuela hace berrinches con carteras Gucci y zapatos Valentino.



Problemas tan importantes como la Sobrepoblación, el derretimiento de los polos, contaminación, los dejamos a un lado, como que si todo lo que tuviésemos fuese infinito, ¿O es que algún país sabe que vienen los extraterrestres a visitarnos y traen consigo miles de naves para llevarnos al nuevo sistema solar que nos van a regalar? Por el camino que vamos creo que de verdad algunos esperan eso.


¡MUNDO, ABRE LOS OJOS, NO SON PAÍSES EN DECADENCIA, SOMOS PERSONAS HACIENDO DAÑO A OTRAS PERSONAS!


Henos aquí, tú allí leyendome, y yo aquí escribiéndote, quizás me leas desde una MacBook pro, desde un mini laptop que quizás corre Windows 2000, otros, aunque no lo creas, no me leerán, pero no porque soy tan solo un chico más que escribe en internet, sino porque ni siquiera tienen donde dormir, o porque en su ciudad no hay acceso a internet o a la tecnología.


Dejemos de correr un momento, los imperios no se construyen solos es cierto, pero es de ayuda el petróleo de Venezuela, el chocolate Bélgico, las armas de Rusia, la inteligencia de Alemania, y el esfuerzo de China, veamos a un lado, y ayudemos a los que no tienen, porque así como mi país hoy está mal, mañana puede ser el tuyo.


Quiero vivir en un país donde no tenga que andar por ahí matando tigritos (Término venezolano para referirse a hacer trabajos externos para ganar más dinero), o tener que formar parte del gobierno para poder estar estable, quiero comprarme lo mío haciendo algo que de verdad me guste y no "lo que haya". ¿Quieres saber cómo vemos los jóvenes a Venezuela? Aquí te lo dejo:


Viviendo Al Mínimo – El resort

(Documental venezolano)



LA TRISTE REALIDAD DE VENEZUELA – Sheryl Rubio














Reasons Venezuela is a Total Disaster - Joanna Rants – Flama

(Video en inglés)















Y si creías que es mentira la desinformación del resto del mundo sobre lo que ocurre en Venezuela, aquí la prueba:


People Try The Venezuelan Diet – Pero Like

(Video en inglés)













Quizás esta entrada sean un poco larga, pero tranquilos, cuando vuelva a tener 20 años, tenga un trabajo que me permita ayudar en la casa, y que me quede dinero para poder salir con amigos sin el miedo de que nos vayan a matar en la calle para robarnos, solo entonces quizás escriba unas más corta.


Y no quiero terminar sin decir: UN MILLÓN DE GRACIAS A TODAS ESAS PERSONAS QUE SIENDO O NO VENEZOLANAS, CADA DÍA NOS AYUDAN A DIFUNDIR LO QUE OCURRE EN EL PAÍS. NO LOS OLVIDAREMOS.





Juego de suma cero

En teoría de juegos no cooperativos, un juego de suma cero describe una situación en la que la ganancia o pérdida de un participante se equilibra con exactitud con las pérdidas o ganancias de los otros participantes.

Se llama así porque si se suma el total de las ganancias de los participantes y se resta las pérdidas totales el resultado es cero. La suma cero es un caso especial del caso más general de suma constante donde los beneficios y las pérdidas de todos los jugadores suman el mismo valor, porque se gana exactamente la cantidad que pierde el oponente.


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